
Las raíces artísticas y culturales de Ifé, con su período clásico (a.C. 1.050-1500), encuéntranse en el antiguo centro cultural de Nok, en el Noreste. De mentalidad religiosa, es natural que permanezca oscuro. En los años 20/30 los yorubás se alojaban en haciendas, otros vivían en ciudades, en cabañas, cerrados en comunidades o en el campo, cultivando maíz, poroto, mandioca, inhame, maní, café y banana, controlados por negociantes. También tenemos mercaderes y artistas; herreros, artesanos de cobre, bordadoras, escultores en madera, trabajando de generación en generación.
Los dioses yorubas forman un interesante panteón cuyo dios creador es Olodumaré, seguido por más de cien Orishas y espíritus de la naturaleza, habitantes de las rocas, los árboles y los ríos. Algunas piezas representan a Xangô, divinidad de los rayos, esculpidas en madera y guardadas en santuarios. Los escultores ejercen su tarea en ateliers con aprendices donde son transmitidas las técnicas y los estilos preferenciales.


La sociedad Ogboni tiene sus figuras en latón, chamadas Edan, que son colocadas en pares, instalándoseles en las puntas y colgantes, cabeza con cabeza, formando pares unidos. Son colocadas sobre los hombros de los miembros de la Hermandad Ogboni con canciones, funcionando como amuletos. Una variedad de palmeras es usada para la veneración de “caridites”, retratando a la mujer. Sociedad y cultos específicos forman parte de las celebraciones durante los festivales de máscaras, con música, danzas, en una integración total. Lo más ampliamente difundido es el culto de los gemelos Ibeji, estatuas confeccionadas dobles, reverenciadas por el pueblo yorubá ampliamente.
Las estatuas Ibeji son producidas para rendir culto a los dioses gemelos. Para los Ibeji son depositadas ofrendas en forma de alimentos abundantes,

Las figuras ecuestres son un tema común a los yorubas, confeccionadas, preferentemente, en madera. Esto refleja la importancia de la caballería en las campañas de los reyes en la creación del Imperio Oyó, en los siglos XVI al XIX. Solamente los jefes yorubas tenían el privilegio de poseer caballo. El caballo era un importante símbolo social donde los artistas al producir las piezas inspiradas en estos animales debían demostrar gran habilidad. El tamaño reducido del animal y las piernas pequeñas de los caballeros son elementos típicos de este tipo de producción artística.
Puertas esculpidas y pilares son elementos de los santuarios de los palacios y de las casas de los hombres importantes. Cumpliendo una función secular están los cuencos para las nueces de cola, ofrecidas como bienvenida al visitante, (tableros) “ayo” para juegos, así como los “wari” logrados con cantos rodados colocados en hileras, en depresiones circulares, los tambores, las cosechas, los peines. Adicional a ello, la importancia en el campo de las artes, se crea la cerámica, los tejidos, las cuentas y piezas fundidas.
Texto inspirado en trabajos de Renato da Silveira, Reginaldo Prandi y Frank Willet
Jaime Sodré es profesor universitario, maestro de Historia del Arte, doctorado en Historia Social, y religioso del candomblé.
Puertas esculpidas y pilares son elementos de los santuarios de los palacios y de las casas de los hombres importantes. Cumpliendo una función secular están los cuencos para las nueces de cola, ofrecidas como bienvenida al visitante, (tableros) “ayo” para juegos, así como los “wari” logrados con cantos rodados colocados en hileras, en depresiones circulares, los tambores, las cosechas, los peines. Adicional a ello, la importancia en el campo de las artes, se crea la cerámica, los tejidos, las cuentas y piezas fundidas.
Texto inspirado en trabajos de Renato da Silveira, Reginaldo Prandi y Frank Willet
Jaime Sodré es profesor universitario, maestro de Historia del Arte, doctorado en Historia Social, y religioso del candomblé.
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