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lunes, 29 de marzo de 2010

LA CULPA ES DEL ORIXÁ?!?!!?


Se escuchan a menudo comentarios que remiten el estado de responsabilidad personal a la relación filial con el Orixá, es decir, si son hijas de Iansã, a eso se debe que tengan un temperamento alterado en función de la “mãe”. Si de Ogum, deben ser irremediablemente pendencieros, de acuerdo al comportamiento del “pai”. Los de Xangô, pues deben ser sin dudas aquellos a los que les encantan las mujeres, en el grado de “mujeriegos”. Las hijas de Oxum, serían las que lloran a mares, crisis verderas de llanto, y hasta histéricas. Y, del hijo del implacable Exu, del cual se debería esperar cualquier serie de disparates antisociales.-En fin, los justificativos son muchos y variados, frente a la figura del “santo”, pero, generalmente, en esos casos, el hijo, de santo no tiene nada!.Por ello, cabe analizar:
Aquella persona que conoció la religión ya grande, con su conciencia y carácter formados, antes: ¿a quién le atribuía su comportamiento?
En esos casos serios de desvío de conducta, o problemas patológicos, ¿a quiíen se le atribuyó la filiatura?
El ladrón, el estuprador, el asesino serial: esas personas, son hijos de quién?!?!
Podemos atribuir esas características a la “santidad”?
Muchos aprenden desde temprano, e infelizmente muy rápido, a usar el Orixá como un punto de apoyo para respaldar sus deficiencias, así como las dificultades que tenga para relacionarse con el medio. Y esas situaciones son las que, entre otras, le dan a la religión un status de gente extraña: un lugar que en vez de valorizarnos en lo Sagrado, nos da la posibilidad de crear condiciones de fuga ante las debilidades y los desequilibrios de nuestra personalidad. En vez de ampararnos, de darnos sentido y equilibrio, se torna la religión del subterfugio!El arquetipo del Orixá tiene relación con nuestra personalidad Divina, es verdad, pero, serán siempre nuestras elecciones las que marquen la diferencia, definiendo lo que somos y en qué necesitamos mejorar.
Claro, resulta más fácil y menos comprometedor en apariencia, endilgarle al nuestro Orixá, las consecuencias y características de nuestra conducta en la vida.
En cambio, Orixá es una forma de manifestación de las cualidades de Olorum. Y con ello, no podemos atribuirle nuestras deficiencias, limitaciones y sandeces humanas a lo Divino!
Si observásemos nuestra religión con verdaderos valores de religiosidad, sin fugas ni disculpas a través del Orixá, lo Sagrado podría ejercer natural y sanamente, un papel de evolución, de mejora y de engrandecimiento verdadero en nuestras vidas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encanto este Blog Axe Baba tengo amistades que le estoy pasando la dirección del blog suyo para que aprendan de la verdadera religión. Axeeeeeeee
Axel de Oia