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jueves, 18 de marzo de 2010

ALTERNATIVAS

COMO NACE UN TERREIRO DE UMBANDA

Veamos una breve historia, que ocurre en muchas ocasiones. Generalmente, el adepto de hoy de la Umbanda es aquella persona que, después de pasar por médicos, curanderos, pastores, padres, adivinos, garúes y tantos otros, encuentra a alguien que le susurra al oído:
-Conozco una Mãe de Santo que puede resolver su vida.
Pacientemente él va, con mucha desconfianza, al terreiro y, llegando, encuentra a varias personas vestidas de blanco y piensa que llegó a un hospital, y que está delante de varios enfermeros. Recibe un número, y después de pasado algún tiempo, oye sonar los atabaques y el comienzo de una ”cantarola” totalmente desconocida para él-
Después de varios cánticos, algunas personas vestidas de blanco se arrodillan, se golpean el pecho y sueltan un grito largo y estridente; otras se agachan como si fuesen de mucha edad. A esa altura, él está más confuso aún, y cree que fue a parar a un manicomio. Siente el deseo de irse, pero alguien anuncia en voz alta, el número que le corresponde, y resuelve entrar.
Alguien le dice:
- Venga a hablar con el Preto Velho.
- Con quién?, pregunta él sin entender nada.
- Con “Pai João”, le aclara la persona de blanco.
Mira hacia delante, para todos lados, y dice:
-No veo ningún Preto Velho. – Ni lo va a ver, responde la persona de blanco. –Él está incorporado en la “Mãe Laurentina”, la jefa del terreiro.-Venga, lo está esperando-
Entonces, se sienta enfrente, en un banquito de madera, y se lleva una bocanada de cachimbo en la cara. No entiende nada de lo que dice la entidad, pues es un tal de “mi zin fio” para acá, y “mi zin fio” para allá, y no entiende nada. Finalmente, un cambón se percata de la situación y va a traducir lo que dice el Preto Velho.
Después de la conversación con la entidad, queda en su conocimiento que él es medium y que necesita vestirse de blanco para trabajar en el terreiro. Si fuera vanidoso, pensaría: “Que bueno!; soy medium”. Pero siendo una persona humilde, piensa: “¿Y ahora? ¿Qué hago?”
Más tarde, el cambón le explica que, ingresando a trabajar al tereiro, su vida va a mejorar notablemente.
Como ya había pasado por varios lugares y nada tenía que perder, acepta la idea y, a la semana siguiente, ya es parte de la corriente mediúnica, camboneando a las entidades y desenvolviendo su medianidad.
Luego de algunas semanas, el siente su vida más equilibrada y cuando menos lo espera se arrodilla, golpea el pecho y grita. Acontece su primera incorporación. Pasa el tiempo y, sirviendo de “caballo” a sus entidades, comienza a dar consultas y pases mediúnicos. Cada vez más sus entidades son buscadas por la asistencia. Comienza entonces su mayor problema: los celos de algunos médiums mal preparados mental y espiritualmente.
Un día, uno de esos, llega al oído de la Mãe de Santo y le dice: “Está queriendo tomar su lugar”. La Mãe de Santo determina, entonces, muy democráticamente: “A partir de hoy, cada medium solo puede atender tres consultas”. La situación de torna insostenible y un día el pone la imagen de su entidad debajo del brazo y dice: “No trabajo más en este lugar”.
Se va a casa, coloca la imagen encima del ropero y, si fuera mujer, se tiraría a llorar la noche entera; si hombre, diría media docena de palabrotas, jurando que nunca más incorporará terminando así con el problema. Gran engaño: ahí es que el problema empieza.
Algunos asistentes que consultaban a sus entidades, preocupados por su ausencia comienzan a indagar su paradero.
Alguien les dice: “Vean, el no trabaja más acá, pero yo sé donde vive”.
Comienza entonces la romería a la casa del medium y esas personas imploran su ayuda, pues se estaban consultando con sus entidades y los trabajos quedaron por la mitad. Le piden que incorpore al menos una vez más para terminar el trabajo comenzado. El medium saca la imagen de encima del ropero y, allí mismo, en la sala o en la cocina, incorpora las entidades para atender a aquellas personas.
El requerimiento del medium se vuelve cada vez más intenso y los trabajos pasan a ser realizados en el garaje. A esa altura, alguien preocupado dice: “Vamos a abrir legalmente un terreiro antes de que la policía no arreste”. Está funcionando así, un terreiro más de umbanda, con sus nuevos adeptos.

Cuando un terreiro es bien dirigido, crece material y espiritualmente, aumentando cada vez más en número de médiums, cambones y asistentes.

Si el terreiro no está bien dirigido, dará origen a nuevos médiums descontentos que, posiblemente, darán origen a nuevos terreiros.

Este es uno de los motivos del crecimiento de la Umbanda, muchas veces de forma desordenada y muchas veces sin la debida preparación de sus dirigentes.

Texto extraído del libro: “Iniciación en Umbanda” de Ronaldo António Linares, Diamantino Fernandes Trindade y Wagner Veneziani Costa – Editora Madras.

Alexandre Cumino


(¿De la vida real?... y si.... suele ocurrir.- Más allá de la posición casi unilateral de Cumino en su ejemplo, podría decir muchas cosas más, pero es muy probable que hiera múltiples subceptibilidades INUTILMENTE!!!, ya que aquello de "cada maestro con su librito" ha falsamente justificado las mayores aberraciones existentes en el culto de casi todas las formas de religión afro.

¿Celos?
¿envidias?
¿intereses creados?
¿prepotencia?
¿egos sulfurados?
¿vanidad?
¿IGNORANCIA frente a muchos temas?

¿existe todo eso en el ambiente religioso afro sudamericano?
SI!!!

¿Amor?
¿comprensión?
¿tolerancia en la intención de hacer llegar la palabra de fe?
¿MENTE ABIERTA a la posibilidad de reconocer los propios errores?
¿HUMILDAD?

¿Existe todo eso en el ambiente religioso afro sudamericano?
TAMBIEN!!... cada vez menos, claro...)

Numo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Axe Baba con ese blog me dejo mudo la forma de redactar que tiene usted es especial se nota cada caracter la fe que usted tiene y las ganas que le pone.
Axel de Oia